Missi Alejandrina
Si un extraterrestre tuviera que entender qué pasa en
el planeta a partir de la crítica cultural, entendería que vivimos en un mundo
lleno de problemas de raza, género, trabajo, etc., no imaginaría que el medio
ambiente es una fuerza que preocupe al homo sapiens. Si este mismo
extraterrestre leyera los periódicos y viera los noticieros, entendería que a diario enfrentamos una crisis medioambiental que amenaza nuestra existencia
como especie. Este experimento mental, que he parafraseado de “The Ecocritical
Reader” de Cheryll Glotfelty y Harold Fromm, está detrás de la razón por la
cual he decidido empezar con el comentario de las obras que presento en esta
entrada; apegándome a la ley de la hospitalidad he considerado dar prioridad al
tratamiento del medioambiente y la naturaleza en el arte poblano. Un ámbito en
el cual uno puede dar comentarios muy acertados o hacerse merecedor de
pastelazos según la lucidez con la que se dedique a la tarea.
Me he visto en la necesidad de hacer una selección de
los artistas a comentar, tomando en cuenta la pertinencia que los mismos tienen
en relación al estado del arte contemporáneo en Puebla y dentro del los límites que ha establecido el
catálogo, con el fin de mantener la brevedad de los post en la medida de lo
posible. No se tomarán en cuenta factores biográficos o la relación de las
obras expuestas con el resto de la producción de los artistas.
Empezaré comentando las dos fotografías, “Apego” y “Metamorfosis”, de Amanda Hernández. En “Metamorfosis” el espectador se encuentra con una composición simple pero bien ejecutada. Amanda Hernandez marca una frontera permeable entre lo vegetal y lo humano que establece el tono liminal de la zona íntima en la que se desarrolla la escena. La posición horizontal del rostro humano junto a su gesto de reposo y las hojas en dispersión desde la parte superior de la imagen proporcionan una sensación de ingravidez que la vincula a la larga tradición detrás del tropo del pacto entre la mujer y el mundo vegetal; estado anímico de serenidad que se refuerza adecuadamente por el contraste armónico de cada uno de los colores, desde los sutiles detalles amarillos de las flores hasta el casi terracota matiz de los labios.
Como
se ha dejado ver, la mesura eficaz y la honestidad lúcida a menudo desembocan
en una sobria elegancia digna de laureles; sin embargo, hay momentos en los que
uno esta forzado a decir “ a veces un cigarro es solo un cigarro”, en tal
situación me he encontrado al analizar: “Histoire de l’Eternité” de Mr. Power.
Mi
primer desacuerdo con su trabajo nace de la ambición de abarcar toda clase de
temas sin llegar a algo más que hacer mención de ellos. Hay que detenerse en la
referencia de la obra homónima de Borges en su título para desvelar su carácter inconsistente. El nombre esta traducido al francés, no obstante, en ningún lugar
de la obra parece claro si llega a ser tan sutil como un apunte de la
influencia bergsoniana en la concepción del tiempo del autor argentino o si es
parte de un capricho pasajero.
El
uso iconográfico de las especies
animales ( caracol de jardín común , mariposa nocturna y escarabajo hércules) resulta plano debido a la condición de lugar
común que tienen incluso a nivel de imaginario común. La falta de trabajo sobre
sus metáforas le hace incurrir en lo cliché, lo cual no hace sino reforzarse con el intento de juego estructuralista que implican las palabras (Hoy, Mañana, Siempre...) debajo de
ellos. En términos sencillos es necesario decir que no hacía falta vincular el
uso de aquellos animales a la obra de Borges, al menos en cuanto a que estos animales ya son metáforas
demasiado reconocibles por si mismas, todo lo que se consigue es una
redundancia que culmina en la frustración. Es como seguir las indicaciones de
un mapa y terminar en un callejón sin salida.
Es
necesario mencionar que, aunque Borges aborda el tema de la fatalidad como experiencia
de la temporalidad humana en los ensayos reunidos bajo el título “Historia de
la eternidad, esa cuestión no es abordada de un modo tan superficial como el
que presenciamos en esta obra. Dentro de lo laberíntico que el padre del Aleph
puede ser, estos menesteres no son si quiera los más interesantes de los temas
a explicar en su obra; no hay que dejar de mencionar las oportunidades no
usadas de explorar tópicos de mayor complejidad; como pudo haber sido la
contraposición de las tesis matemáticas planteadas por Zaratustra y Cantor en
torno a la cuestión del eterno retorno, planteamientos hostiles por las
numerosas consecuencias de su planteamiento, necesitados de una constante
reinterpretación a través del uso de los recursos a nuestro alcance en una
época caracterizada por el aceleramiento de la transformación de las
condiciones de reproductibilidad técnica contemporánea. Hay títulos de obras
tan magnánimos como el minotauro de “La casa de Asterión”, cuando uno se bate a duelo con esos títulos, la
conclusión es siempre la misma, pronunciar, una vez más y sin asombro, las
palabras de Teseo: “ El minotauro apenas se defendió”.
Fotografías de las obras extraídas del "Catálogo Arte actual en Puebla 2017-2020" : Catálogo: file:///C:/Users/HP%20G240/Downloads/ARTE_ACTUAL_EN_PUEBLA_17-20.pdf
Missi, esa crítica te quedo realmente increíble
ResponderEliminarMuchas gracias <3 Espero poder contar con tu visita todas las semanas
Eliminar<3